Las sesiones

Las sesiones grupales tienen lugar semanalmente y te puedes incorporar, preferiblemente con tu pareja, desde el primer trimestre del embarazo.

Te ofrece una ocasión única para compartir lo que está¡s viviendo, una conexión con tu propia realidad a través del canto: es un espacio para el juego, el placer y la creatividad.

A las sesiones puede acudir (y de hecho es muy recomendable) tu pareja, ya que eso consolida vuestro vínculo para acoger al bebé. 

Tras una breve introducción comenzamos por un trabajo corporal que prepara a nuestro cuerpo para la sesión, lo activa y lo equilibra;  nuestro cuerpo es nuestro propio instrumento y los cinco sentidos tienen un papel fundamental en este trabajo consciente.

 Posteriormente, las vocalizaciones de base refuerzan nuestra verticalidad y nos permiten sentir  cómo vibran determinados puntos del cuerpo. El trabajo de la verticalidad es muy importante, para que la madre pueda llevar bien el peso del bebé, reforzar el suelo pélvico, evitar la lordosis y canalizar adecuadamente la energía. 

El desarrollo de esta sensibilidad y consciencia nos llevan a mirar hacia dentro y dan seguridad y confianza a las madres; y es en la escucha de estas sensaciones que la madre entra en contacto con el bebé. El sonido hace que el bebé vibre, se produce un masaje sonoro que contribuye a su desarrollo neuronal y procura una mejor oxigenación de la madre y del bebé. Ésta es una experiencia extraordinaria, ya que cuando la voz se dirige intencionadamente al bebé, está más timbrada, llena de armónicos y de amor por él.

 Acompañados por el piano, cantamos un repertorio variado de canciones y nanas cuidadosamente escogidas, favoreciendo la comunicación con el bebé y creando un espacio de bienestar y acogida: estos cantos acompañan a la pareja durante todo el proceso que prepara la llegada del bebé. 

Éste es un gran regalo que le hacemos a nuestro hijo/a, dejando una huella muy profunda.